sábado, 15 de noviembre de 2014

Cristos de la Mixteca - Señor Del Calvario Petlalcingo Puebla.

"Y el Señor llego hace como 300 años, y el Señor de encuentra en su templo como ayer sin ninguna huella dolorosa del tiempo, del tiempo que todo lo destruye y arrasa; y se encuentra tan divino y tan misericordioso como son los símbolos de estos vocablo, y se haya como siempre bendiciendo el alma de su pueblo que también es una parte del alma de México"


Por Agentes de Cambio por Petlalcingo Puebla.

El Señor del Calvario manifestó su deseo de quedarse en Petlalcingo Puebla, por los años de 1722 y 1735. Según el testimonio de los habitantes de mayor edad de la comunidad y de un documento localizado en el templo mayor de dicho pueblo. Hoy nos atrevemos a contar la historia de una imagen tan venerada y respetada no solo por los habitantes de Petlalcingo sino de aquellos que han presenciado y han dado fe de tan milagrosa imagen. Cuenta la leyenda que unos indígenas que se dirigían a Cópala, Oaxaca quienes traían una imagen de un Cristo Crucificado que habían adquirido en la Ciudad de Puebla, de paso llegaron a Petlalcingo, decidiendo que este era el lugar indicado para mitigar su cansancio, sed y hambre, descargaron su carga junto a un amate donde había un pequeño manantial. Después de cubrir sus necesidades los nativos de Cópala decidieron que era el momento de continuar con su largo camino, pero ¡oh sorpresa! cuando quisieron levantar la imagen con gran admiración descubrieron que no la podían mover ya que esta se había hecho tan pesada, de una manera sobrenatural. Solicitaron el apoyo de vecinos aledaños al manantial, pero sus esfuerzos fueron inútiles, ya que ni con ayuda de todos ellos lograron moverla, fue entonces cuando se decidió pedir el apoyo de las autoridades eclesiásticas del pueblo y del presidente municipal, como primera respuesta el edil envió 10 hombres para que auxiliaran a los viajeros de Cópala, pero el resultado fue inútil. Pues mientras se aumentaba el esfuerzo y el numero de hombres, se agrandaba el peso del Cristo Crucificado, lo que les hizo pensar que la imagen deseaba quedarse en el sitio, y decidieron entrar en arreglos con los habitantes del pueblo para que se quedara. Se llego a un acuerdo con el presidente municipal y vecinos para comprar la imagen. Una vez que recibieron su remuneración y se alejaron las personas que traían la imagen, la gente del pueblo decidió hacer otro intento para trasladar la imagen y con gran asombro la pudieron mover sin ningún problema. Pronto se reunió todo el pueblo de Petlalcingo, se echaron al vuelo las campanas, se lanzaron cohetes, asedio la banda de los naturales y ya toda una procesión se dirigieron a la parroquia donde el sacerdote preparaba misa para dar gracias a dios por tan preciado presente. La preciada imagen estuvo en la parroquia hasta mediados de 1772, cuando se termino la construcción de su santuario que se encuentra precisamente en el lugar que el Señor del Calvario había elegido.


"Y en un vasto de extravagantes delirios de la imaginación,  en un encantamiento de interlineas y una sinfonía de inteligencia indígena esculpida en la piedra, tal es el bellísimo santuario del Señor del Calvario de Petlalcingo"


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